Ayer no hubo décima, es cierto...
cuestiones (sucesos, más bien)
que no reconocen a quién
dejan vivo y a quién dejan muerto.
En tierra de ciegos, El Tuerto
que en ciegos y orates confía
termina trazando las guías
y el "Ojos que no ven..." es credo.
La bala a quien llegue primero...
Caracas... Valencia... El Vigía...
Siete muertos que en El Vigía
hacían la tarde tan suya
hoy son el silencio en la bulla...
hoy son esta décima fría...
En ochenta sílabas mías
(dispénsenme este arrebato)
me pregunto cómo es el trato:
la bestia del crimen —minina—
cruel rasguñadora felina...
¿quién pone el cascabel al gato?

A propósito de http://diariodelosandes.com/content/view/67118/105693
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